El Mindfulness y los pensamientos positivos
El Mindfulness y los pensamientos positivos
por Françoise Brailovsky
Sí, esta época de confinamiento parece no terminar y hay días en los cuales la incertidumbre y nuestros pensamientos negativos quieren apoderarse de nuestra mente.
¿La buena noticia? Nos damos cuenta de que así es. El primer paso para cambiar una actitud o una emoción que ya no queremos en nuestra vida es darnos cuenta. Esto quiere decir que vamos por buen camino.
Cuando esto suceda, te invito a cerrar los ojos y empezar a escanear tu cuerpo, mentalmente, de pies a cabeza. ¿Por qué con ojos cerrados? Pues de esta forma podemos ver más que con ojos abiertos, sobre todo tratándose de un trabajo de introspección.
Mientras lo haces, observa de manera detenida y realmente consciente qué sensaciones y molestias físicas hay en ciertas partes de tu cuerpo, pues de esta manera entenderás mejor tus emociones y sabrás con qué sentimientos se relacionan más y con qué situación te estás enfrentando. Como se dice coloquialmente, “el cuerpo grita lo que la mente calla”. Debemos recordar que muchas de nuestras dolencias físicas vienen por algo emocional.
Comienza con el pie derecho, pantorrilla y muslo derechos, pie, pantorrilla y muslo izquierdos, glúteos y abdomen, espalda baja, media y alta, mano derecha, antebrazo, brazo y hombro derechos, mano, antebrazo, brazo y hombro izquierdos, cuello, cabeza y todos los músculos de la cara, mandíbula, lengua, mejilla derecha e izquierda, oreja derecha e izquierda, párpados, frente, parte posterior y superior de la cabeza.
Mientras te observas detenidamente, te vas a dar cuenta de que esta es una práctica de Mindfulness. Esto quiere decir que estás logrando traer tu mente al presente, lo que ayuda a calmar los pensamientos negativos y dejan de brincar tanto al pasado, al futuro y a preocupaciones, muchas de ellas, exageradas por nuestra mente que en ese momento estaba siendo controlada por nuestras emociones.
Esto, a su vez, nos ayuda a que la respiración sea más suave y profunda – al calmar la mente, se calma la respiración. Con una respiración profunda, oxigenamos mucho mejor a nuestro cerebro, lo que contribuye a mejorar la concentración, mantener la mente despejada, reducir estrés y ansiedad.
Al concentrarte en cada parte de tu cuerpo, también notarás que, dado que estás haciendo más consciencia de los músculos que estás forzando, mandas una señal de tu cerebro a ese músculo a soltar, a relajarse. Como ejemplo, quizá me di cuenta de que estaba elevando los hombros, lo cual me producía un dolor en el cuello y, en cuanto relajé los hombros, esa molestia cedió.
Pero estas no son las únicas ventajas de practicar Mindfulness o atención plena, como se le conoce en castellano.
Cuando nos dejamos llevar únicamente por nuestras emociones, estas cada vez nos envuelven más, tenemos una reacción primitiva en nuestro cerebro, surgen los pensamientos negativos y nos empezamos a preocupar innecesariamente por situaciones que crea nuestra mente, que ni siquiera han sucedido y lo más probable es que no sucedan, pues no somos adivinos. En cuanto aplicamos una técnica de Mindfulness o de Yoga, otra disciplina milenaria que enfoca nuestra mente en el presente, así sea únicamente por 5 minutos, se activa la corteza cerebral, la parte más evolucionada de nuestro cerebro, lo cual logra una reacción lógica. Esto quiere decir que nuestros pensamientos se volverán positivos, pues podremos visualizar nuestras emociones y situaciones de manera objetiva y razonada – se activa el hemisferio izquierdo del cerebro.
Esta conexión y equilibrio entre nuestro corazón y nuestro cerebro, entre nuestras emociones y nuestra razón, nos va a ayudar sin duda a desarrollar más armonía, quietud y ecuanimidad en nuestro día a día, lo cual nos llevará a disfrutar mucho más cualquier actividad que estemos realizando, ya sea atender una clase, estudiar, caminar, platicar con nuestros seres queridos, tocar un instrumento, practicar una actividad deportiva o, sencillamente, VIVIR.
Todos tenemos el derecho a vivir y disfrutar de cada momento de nuestra vida, por más fácil o difícil que en ocasiones resulte. En definitiva, cuando logramos desarrollar más ecuanimidad en nuestro ser, e igual de importante, desarrollar gratitud, nos daremos cuenta de que nos haremos la vida más ligera. Por lo tanto, la próxima vez que sientas que tus emociones están consumiendo tus energías, haz una pequeña pausa y regálate 5 minutos de consciencia plena. Tu cuerpo, tu mente y tu alma te lo agradecerán.
“Como un arquero apunta con su flecha, como un carpintero talla su madera, el ser sabio moldea su vida.” Fragmento rescatado del documental titulado: “Doing time, doing Vipassana”.
Vipassana es la base del Mindfulness de nuestra época moderna, meditación que enseñó Buda hace más de 2,500 años.
Sé feliz. :)
Françoise Brailovsky
DAE ITAM – Subdirección de Bienestar Integral